Para resumir la historia, yo les ayudé, hice de intérprete y, cuando regresaron unas tres horas más tarde a buscar el trabajo que, por cierto, quedó como ellos querían (eran muchísimas fotos de Michael) estaban complacidos por el trabajo del laboratorista y agradecidos por mi ayuda. Como una deferencia especial y como yo hablaba inglés, me invitaron al hotel a conocer a Michael y yo....les dije gracias pero NO, no era necesario, que y o sólo había ayudado sin interés extra. Insistieron y pidieron el teléfono para llamar a Michael al hotel (recordar que en 1993 los celulares eran escasos en Chile) para que hablara conmigo ya que se dieron cuenta de que yo no les creía.

Al otro lado de la línea escuché a alguien que me decía que sabía que yo había ayudado a la gente de su "crew" y que quería invitarme al hotel a conocerlo. Que estaba agradecido de mi ayuda. Era una voz muy fina, muy tímida, muy suave pero que me estremece y emociona hoy cuando la identifico y recuerdo que dijo mi nombre. Yo pensé que era imposible que fuera Michael Jackson al otro lado del teléfono e insistí en mi negativa, que NO, que gracias, pero que por mi trabajo no podía ir. Él dijo que lamentaba no poder conocerme y que esperaba que asistiera a uno de sus conciertos.

Los tipos de su equipo, me regalaron DOS tickets preferenciales para uno de sus dos conciertos, una remera con el logo de Dangerous, unas chapitas y una agenda. Yo sabía quien era Michael, identificaba alguno de sus temas pero no me desordenaba ninguna hormona ni me volvía loca con ninguno de sus temas.

Fin de la historia: regalé los tickets, la remera, la agenda y hoy solo tengo la chapita a la cual miro y lloro condenándome a mí misma por la estupidez que cometí al desechar lo que tuve y que hoy lamento con todo mi corazón no haberlo aprovechado. No tuve fe, no creí, desconfié....hablé por teléfono con Michael Jackson y no lo creí. Ahora me arriesgo a que Uds. no me crean a mí. Si así fuera lo tendría merecido por imbécil. Nunca ha sido tan verdadero y cruel el dicho que dice que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde....Hoy que Michael está donde creo que siempre perteneció: en un coro de ángeles, lo he conocido, lo he escuchado, lo he leído, lo he amado y no lo he juzgado. Lo acepto como era, con virtudes más que defectos, un ser extraordinario, de otro planeta, perfecto, genuino, maravilloso, talentoso, un arco iris sobrenaturalmente hermoso pero fugaz que nos dejó su amor, su generosidad, su sutileza, su belleza, su intensa vida interior, su soledad, su tristeza, sus dones únicos, su capacidad de perdonar, su asombroso baile , sus hermosas creaciones, música, lyrics, coreografías....pero también nos dejó una sensación de abandono, de orfandad, de vacío imposible de reemplazar, de llenar.

Michael perdona por haberte fallado, por haberte dado mi desconfianza, mi incredulidad, mi mediocridad....solo podré sentirme redimida y perdonada al final de los tiempos cuando, si Dios quiere, me regale una vez más la oportunidad de estar cerca de tí para postrarme a tus pies y agradecerte el amor, la alegría y la inocencia que nos regalaste y que no supimos apreciar.

Fuiste una flor al alcance solo de los privilegiados que tuvieron la visión de reconocerte y amarte antes de juzgarte. May God allow you to share HIS light. You deserve it. I Love you.

Maggie Mag
Santiago, Chile