EL DÍA EN QUE MICHAEL JACKSON ME DECEPCIONO
Me gustaba muchísimo
Michael Jackson desde pequeña. Tenía todos sus discos que escuchaba una y otra
vez. Me gustaba como era, las cosas que hacía y aquello que expresaba en sus
canciones.
En el
verano del 97, el día 7 dio un concierto en Valladolid (España) al cual fui,
siendo esta la primera vez que le veía en directo. Mi prima y yo hicimos cola
durante días y gracias a eso tuvimos la suerte de entrar en segunda fila, prácticamente
podía tocar el escenario.
El día
30 de agosto de ese mismo año moría Ladi Di y creíamos que iba a suspender el
concierto al igual que suspendió uno que dio en Barcelona. Pero para colmo de
males un día antes del concierto la Madre Teresa de Calcuta muere con lo cual
la angustia creció entre la gente pues creíamos que estaría muy afectado por
las dos pérdidas tan seguidas.
Finalmente sí dio el concierto. No dejaban que lleváramos en el
concierto cámaras fotográficas pero eso no fue ningún problema, mi prima supo
esconderla muy bien y sacamos dos fotos: una a la gran pantalla y otra a él
mientras bailaba Moonwalker.
Sin embargo hubo algo que
no me gustó de él y fue su frialdad con el público que allí estábamos. Casi
me dejé la garganta en gritar su nombre al igual que el resto de personas que
ocupaban el estadio pero ni una vez , ni una vez tan solo nos miro, es decir no
miró al público. Sonreía de vez en cuando pero no nos miraba y os aseguro que
estaba lo suficientemente cerca como para verlo. Me decepcionó su indiferencia
con las miles de personas que como yo
estábamos allí por él, para disfrutarle. Creo que ni siquiera se acuerda de
esa ciudad. Me da la impresión de que allí donde quiera que vaya hará lo
mismo, qué más da la gente o el lugar que sea, me llevo unos billetes y punto.
Es
cierto que vive en una burbuja de cristal y es incapaz de transmitir nada al público,
nada que no sean muchos petardos y mucha luz.
Ese día, Michael, ese día
me decepcionaste.
Hasta siempre, LYL.