Es
duro decirles a ellos lo que siento por ti. Nunca te han conocido, y nadie
tiene una foto tuya. Así que, ¿cómo podrán entender tu misterio? Vamos
a darles una pista: Dos
pájaros sentados en un árbol. Uno come cerezas, mientras el otro mira.
Dos pájaros vuelan por el aire. La canción de uno de ellos cae como un
cristal del cielo, mientras el otro se mantiene en silencio. Dos pájaros
dando vueltas con el sol de fondo. Uno refleja toda la luz en sus plumas
plateadas, mientras el otro extiende sus alas de invisibilidad. Es
tan fácil adivinar qué pájaro soy yo, pero ellos nunca te encontrarán
a ti. A no ser que... A
no ser que ya conozcan un amor que nunca interfiera, que observe desde el
más allá, que respire libre en el aire invisible. Dulce pájaro, alma mía,
tu silencio es tan preciado. ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar antes de
que el mundo oiga tu canción en la mía? ¡Oh,
ese es un día que espero con muchas ganas! |