El artista David Nordahl estaba en su casa pintando en el mes de febrero de 1988
cuando el teléfono sonó a media noche y una Voz dijo "Soy Michael Jackson". Si.
claro, pensó. Pero inmediatamente se dio cuenta de que la llamada no era una
broma.
Mientras había visitado la oficina de
Steven Spielberg, Jackson había admirado uno de las pinturas de Nordahl de
tropas armadas invadiendo un campamento Apache mientras un joven cabo protegía a
dos niños indios. En ese entonces, Michael estaba buscando un pintor para
que le diese lecciones de arte.
"El me preguntó si enseñaba a dibujar y pintar"-, dice Nordahl, cuyos realistas
óleos de los Apaches del siglo XIX son altamente valorados. "Le dije que no,
pero que pensaría en ello. Estaba muy ocupado".
Su larga conversación de una hora dio lugar a una cercana amistad y una
colaboración de trabajo que condujo a Nordalh a abandonar su renombrado trabajo
en el arte para hacerse el retratista vocacional de Jackson.
Desde 1988 hasta el 2005, Nordahl completó
cientos de dibujos y más o menos una docena de encargos épicos, siete de los
cuales estaban entre los 2.000 objetos para la subasta autorizada de Julien's
Auction.
Muchos de las pinturas encerraban las grandiosas fantasías de Jackson y un punto
de vista del mundo de los cuentos de hadas. En un enorme tríptico, él es
coronado y hecho caballero con la toga real. Junto con el luminoso "Campo de
sueños", él conduce a niños de todas las nacionalidades (además de su hermana
janet, el activista del SIDA Ryan White y el actor Macaulay Culkin). Su
primogénito bosteza en un enorme trono en "Prince, el Rey niño".
Nordahl no solamente se convirtió en el artista vivo favorito de Michael (Miguel
Angel encabeza el ranking histórico) si no además un consejero confiable y
confidente que diseñó las atracciones de Neverland y participó en salidas
familiares.
Él evitó a los medios durante años, "porque querían centrarse en las cosas
negativas y yo no conozco nada malo de Michael", dice en su suave tono de voz
Nordahl, "Siempre pensé en él como alguien normal", dice. "Él es la persona más
profundamente respetuosa que jamás he conocido. En 20 años, nunca le escuché
levantar la voz".

Primeras fechas: Ideas geniales
El periodo Jackson de Nordahl comenzó después de que Michael le invitara a un
concierto de la gira Bad en Denver en Marzo de 1988. "No sabía que esperar",
dice Nordahl. "Era dulce. Fuimos a galerías, librerías y una muestra privada del
la exhibición del faraón Tutankamon. Nos sentábamos, hablábamos, reíamos y
dibujábamos"
Jackson demostró talento, los dos comenzamos a aportar ideas para que las
pintase. El artista pintó el trabajo inaugural, "Compañeros de juegos para un
niño solitario", un óleo cuadrado de 41 pulgadas de Jackson en una escena de
cuenta cuentos.
A continuación Nordahl se embarcó en una muy
audaz declaración, "Campo de Sueños", un estudio de un óleo de 36 por 104
pulgadas para un trabajo sin terminar que hubiera medido 12 x 38 pies.
Trabajaba sin parar: retratos de cuerpo entero, tableros míticos, 10 pies de
dibujos a carboncillo, una placa de la puerta de Neverland. Nordahl le pasaba a
Michael las facturas con sus más recientes tarifas de galería, más de 150.000
dólares por las piezas grandes y dice que él siempre le pagó.
Sus tareas se extendieron a diseñar el parque de atracciones cuando Jackson
comenzó a desarrollar el rancho al norte de santa bárbara, California. En
Neverland, los dos probaron las atracciones y cuidaban del exótico zoológico.
¿Qué alimentaba esta gran amistad?
"Crecí en una casa problemática, y él también", dice Nordahl, a quién Jackson
agradece en unas líneas del los álbumes Dangerous de 1991 y HIStory de 1995. "No
tuvimos tiempo de jugar cuando crecíamos. Ambos éramos fanáticos de nuestro
trabajo".

"Había un lazo"
La juventud de Nordahl también fue problemática. Nacido en Albert Lea,
Minneapolis, Nordahl se fue de casa a los 12 años y se mantenía a si mismo
durante la época del instituto, trabajando en granjas, desmontando coches y
vendiendo su arte.
"No puedo recordarme sin dibujar", dice. "Tenía un padre abusador y alcohólico,
y dibujar es algo que te lleva fuera del mundo real. Siempre estuve interesado
en vaqueros e indios. Vendía dibujos del llanero solitario a mis compañeros de
clase.
Empezó a especializarse en Apaches tras mudarse a Steamboat Springs, Colorado,
en 1977, y sus detallados, meticulosamente investigadas pinturas pronto
atrajeron a los coleccionistas.
"Su trabajo tenía un mucha integridad, y él era uno de esos pocos artistas que
era humilde y extremadamente talentoso, "dice el el prominente marchante de arte
de Santa fe Ray Dewey, quien tuvo que sortear bonos para determinar a los
compradores de los trabajos de Nordahl por la enorme demanda.
Creo que lo que Jackson vio en David fue un artista completo" dice Dewey. "Era
un perfeccionista. Coreografiaba todo. Jackson quizá también notó su compromiso
con la familia. David primordialmente pintaba la cultura de la gente Apache y
sus modos de vida, pero también un montón de niños, no sólo guerreros. Y pintaba
los animales muy bellamente, especialmente caballos".
Lo que Nordahl vio en Jackson fue un solitario e incomprendido genio que se
sentía espiritualmente obligado a ayudar a los niños".
Aunque Jackson fue absuelto en su Juicio por abuso de menores en 2005, "se le
rompió su espíritu", dice Nordahl. "Michael nunca abusaría de un niño. Siempre
sintió muy mal por los niños que eran maltratados o estaban enfermos. Pasó
muchísimo tiempo con niños gravemente enfermos. Si una madre hacía una llamada
sobre algún niño moribundo en cualquier lugar, el corría a un avión".
"La gente habla de Neverland como su parque de atracciones privado. Siempre fue
para los niños. La última vez que estuve en el rancho, pusieron una enorme
Jumbotron para los niños enfermos, de modo que si se levantaban por la noche,
habría dibujos animados proyectándose."

"Michael era un auténtico padre"
Nordahl estaba desconcertado porque Michael parecía obtener de la gente más
burlas que simpatía. "La gente le acusaba de intentar ser blanco, lo que es
ridículo," dice, "Cuando le conocí, su vitíligo se había situado en la parte
derecha de su cara y bajando por el cuello. La mayor parte de su mano derecha
era blanca. Completos parches blancos. Usaba maquillaje porque tenia que
hacerlo. Sin el, estaba completamente moteado."
La más clara evidencia de la naturaleza responsable de Jackson emergió en su
paternidad de Prince, Paris y Blanket. "Michael era un padre de verdad, no un
padre de Hollywood," dice. "Se levantaba por las noches para alimentarles con
biberones. Les cambiaba, bañaba, y hacía todo lo que una madre hace".
"Todo el tiempo que pasé con esos niños, nunca les oí suplicar por nada ni tener
un berrinche. Nunca les oí llorar. Estaban perfectamente equilibrados".
Jackson se esforzaba hasta el dolor por no echar a perder a sus hijos, dice
Nordahl, recordando una modesta fiesta de octavo cumpleaños en L.A. para Prince.
(Katherine y Rebbie aparecieron pero evitaron las celebraciones por sus creencia
de Testigos de Jehova, cuenta Nordahl)
"Tenía curiosidad por ver que iba a regalarle a Prince", dice Nordahl. "Me
imaginé que sería bastante extravagante, pero sin embargo no tuvo nada que
costase más de 2 dólares. Tuvo un Play-Doh, pequeñas figuras de acción, cosas
que llamaríamos mediocres.
"Los niños no tenían permiso para ver la TV o DVD ni jugar video juegos" salvo
como premio por sus logros escolares. "Nada se les fue dado. Michael decía
'Quiero que crezcan lo más cerca de lo normal posible.' Esos niños eran muy
respetuosos y corteses, simplemente dulces."
El futuro de las pinturas no está claro
La última vez que vio a Jackson fue
en
2005, cuando el cantante se mudó a Bahrain y juró no volver a vivir en suelo de
EE.UU. Cuando Jackson estaba fuera o muy ocupado, Nordahl volvió a pintar
Apaches y asumió que le llamarían otra vez cuando Jackson encontrase una
nueva casa donde mostrar sus tesoros.
El destino de las pinturas de Jackson por Nordahl está en el limbo, aunque
parece ser que serán parte de una exhibición ambulante de recuerdos del
cantante, propuesto por los administradores del testamento. "Me gustaría verlos
en un museo Michael Jackson," dice Nordahl. "Esa siempre fue la meta de Michael.
Él era muy humilde, pero entendía que era un icono de la música."
Nordahl, representado por Settlers West Galleries en Tucson y Sherwoods Spirit
of America en Santa Fe, ha vuelto a pintar Apaches y otros sujetos.
"Llegamos a ser tan buenos amigos que olvidé con quién estaba", dice Nordahl.
"Entonces él arrancaba con esos movimientos de baile, rápido como un rayo, y yo
entonces comprendía: Es el mejor artista del mundo."







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