Érase una vez una
Estrella
Érase un niño
subido a un escenario. Nació en el seno mismo de los Jackson Five. Él y sus
hermanos se convirtieron en un auténtico fenómeno musical. Las emisoras de
radio no paraban de reproducir los alocados ritmos de unos jóvenes
incombustibles. Pero el éxito estaba por llegar. Tras ciertas incursiones como
solista, su "Thriller", del año 1982, se recuerda como todo un hito
en el mundo de la música. Hay un antes y un después. Michael Jackson creó voz
y baile. Como los grandes.
Enigmático,
ambiguo, misterioso con sus grandes manías y sus toques de generosidad. Michael
Jackson tenía cuatro años y ya sabía de focos, luces y otros juegos no
recomendables para niños. La presión de las ventas, la fama, las disputas con
sus hermanos, compañeros de viaje en los Jackson Five, todo formó parte
indisoluble de una niñez que culminó cuando a los doce años ya era
considerado toda una estrella mundial.
Como dato anecdótico de lo que fueron los Jackson Five, y luego él en
solitario, algunas cifras de ventas escalofriantes que ya quisieran para sí
muchos músicos consagrados: los cinco hermanos Jackson vendieron, mientras
actuaron juntos bajo el patrocinio de Diana Ross, más de cien millones de
copias. Después, él con su Thriller inolvidable vendió la friolera de
cuarenta y seis millones de discos. No ha logrado superar esta cifra con sus
trabajos posteriores. Y es que Thriller fue una declaración de principios que
le coronó como rey indiscutible del pop.
Sus contoneos y
movimientos al más puro estilo break años ochenta le valió una corte de
seguidores y fans que le perdonan siempre sus más variadas extravagancias. Si
su piel, cada vez más blanca, es producto de decolorantes o de la enfermedad
conocida como vitiligo, quedará como argumentación cruzada entre seguidores y
detractores. Asimismo las acusaciones sobre abusos sexuales a menores, no
demostradas le han ocasionado graves problemas con la justicia y la opinión
pública.
Cuando el 26 de mayo de 1994 contrajo matrimonio con Lisa-Marie Presley, hija
única del rey del Rock, hubo de nuevo dos corrientes de opinión: la de
aquellos que veían en la unión una maniobra publicitaria para lograr que
Michael volviera a ser la estrella de siempre; y la de sus seguidores que
encontraron en este matrimonio una bonita historia de amor que enlazaba al rey
del pop con el rey del rock. Una fiesta simpar para la música contemporánea.
Dieciocho meses más tarde se separaron, pero para Michael Jackson la vida
continúa. Su sueño, un hijo, se vio cumplido de la mano de una amiga, Deborah
Rowe. Tras varios baches en su carrera, en el 2001 Michael Jackson prometió
volver con fuerza. Con la misma con la que empuñaba un micrófono cuando apenas
despuntaba del suelo.
Revista Hola.
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