“¿SOY LA BESTIA QUE IMAGINABAS?”
El Abuso Cultural de Michael Jackson.
Por Joseph Vogel - Noviembre de 2011
Hemos observado una y otra vez en estas últimas semanas el hecho de que
no es Michael Jackson quien está siendo enjuiciado, es el doctor Conrad
Murray. Pero, por supuesto, sabemos la realidad. Este es “El juicio por la
muerte de Michael Jackson”. Es él, como siempre lo fue, el principal evento,
el espectáculo tentador. Es Michael Jackson quien está bajo el microscopio
mientras curioseamos -una vez más- por su casa, su historial médico y su
cuerpo. Y aunque el público en general es mucho más simpático hacia Jackson
ahora que ha fallecido, sigue siendo objeto de escrutinio y crítica sin fin.
¿Importa algo de esto ahora que la propia persona no puede sentir el
abuso? ¿Debería la gente normal de preocuparse incluso si una “celebridad”
como Jackson es tratada con insensibilidad o indiferencia? Proyectos como
‘Voices’ (Voces) cuya serie documental “Words and Violence” (Palabras y
Violencia) pone de relieve la alarmante trayectoria de nuestro discurso
social, dicen que sí. Las palabras importan. Independientemente del
objetivo. Las palabras, como hemos visto con la reciente atención sobre los
suicidios y el acoso en los jóvenes, pueden llevar a extremos
desoladoramente trágicos.
También pueden ser usadas para inspirar y curar.
Michael Jackson sabía esto. En 1988 hizo amistad con una víctima del
SIDA, Ryan White, un joven forzado a salir de su escuela en Kokomo, Indiana
debido a incesantes ataques verbales y amenazas de violencia. Jackson, dijo
White, le hizo sentir normal. “A Michael no le importaba de qué raza eras,
ni de qué color, o cual era tu incapacidad o tu enfermedad”, recordaba
Jeanne, la madre de Ryan White. “Él solo amaba a todos los niños”.
White es uno de los miles de “extraños” a los que Jackson se acercó, de
los que se hizo amigo y trató con amabilidad. Se identificaba con ellos.
Comprendía su dolor y soledad. Sentía empatía por su lucha por vivir en un
mundo que se negaba a aceptarlos por quienes eran, ya fuera debido a
enfermedad, apariencia física, raza, orientación sexual o cualquier otra
razón.
Incluso cuando era un niño, Jackson poseía esta sensibilidad. Escuchen la
canción “Ben”. Hay verdadero dolor y compasión en la interpretación de
Jackson (“Ellos no te ven como yo / Me gustaría que lo intentaran”). La
canción puede ser vista como una de las primeras declaraciones artísticas
que Jackson hizo en nombre de los marginados e incomprendidos. Muchas más la
seguirían.
El papel de Jackson como extraño pudo haber empezado en la infancia (ya
que nunca hubo un momento en que Jackson se sintiera “normal” y nunca hubo
un momento en que fue percibido como tal). Sin embargo, la intensidad y la
hostilidad provocada por su diferencia aumentó con el tiempo. En su ensayo
de 1996: "The Celebrity Freak: Michael Jackson's Grotesque Glory", David
Yuan opinaba que Michael Jackson era la definición de "freak" de nuestro
tiempo. Ninguna otra figura pública en el mundo evoca el mismo nivel de
burla, escrutinio e hiper-cuestionamiento. Ya en 1985, Jackson fue
calificado de "Wacko Jacko" por la prensa sensacionalista, un término que él
despreciaba (en fechas recientes, este año, algunas organizaciones de
noticias siguieron refiriéndose a él como "Jacko"). En la prensa, fue
descrito con frecuencia como "extraño", "raro" y "excéntrico". Ciertamente,
había muy poco de lo que dijo o hizo desde mediados de los 80 en adelante
que no fuera descrito en esos términos por los medios de comunicación.
Jackson fue objeto de burla sin cesar por su trastorno de la piel,
vitiligo, que la mayoría de la gente no creía que era real hasta que se
confirmó definitivamente en su autopsia. Se burlaron de él por su amor por
los animales, por su amor por los niños, por su amor por el planeta. Se
burlaron de él por sus matrimonios, por sus tres hijos, por su casa de
Neverland. Se burlaron de él por su sexualidad, por su voz, por su
comportamiento infantil. Incluso en las críticas sobre su música, no
pudieron resistirse a llenar la mayor parte del espacio con
pseudo-psicoanálisis y falacias. ¿Puede haber alguna duda de que este
tratamiento de los medios de comunicación y la cultura en general fue
abusivo?
Ciertamente, la víctima de estos ataques deshumanizantes lo sentía de esa
manera. Escuchen las letras de sus canciones. En "Tabloid Junkie", describe
a los medios de comunicación como "parásitos" que le chupan la vida mientras
drogan / distraen al público en general con una dosis constante de
sensacionalismo. En "Stranger in Moscow" es un artista en el exilio,
utilizado y expulsado por su país natal. "Vagaba bajo la lluvia", canta en
el papel de vagabundo solitario, "Máscara de la Vida / Sintiéndome loco".
En "Scream" está tan cansado de ser intimidado que suplica: “Oh hermano,
por favor ten piedad porque ya no lo puedo soportar". La canción, sin
embargo, también sirve como un vehículo de fuerza y determinación ("Me
derriban a patadas / Tengo que levantarme"). Michael y su hermana Janet
interpretan un contragolpe feroz a un sistema que ven con razón corrupto e
injusto. "Estáis liquidando almas", canta Janet en un verso, “pero me
preocupo por la mía". Es una canción desafiante acerca de mantenerse firme
ante la crueldad, incluso cuando el dolor y la indignación son tan profundos
que sólo pueden ser expresados con un grito gutural.
En numerosas canciones, Jackson utiliza su música como un llamamiento de
atención para los que han sido maltratados. En "They Don´t Care About Us",
da testimonio de los desposeídos y humillados. "Dime qué ha sido de mis
derechos", canta: "¿Soy invisible porque me ignoras?". "Little Susie" llama
la atención sobre la difícil situación de los desamparados y abandonados,
contando la historia de una joven cuyo talento pasa desapercibido hasta que
es encontrada muerta en la parte inferior de las escaleras de su casa
("levántala con cuidado", canta Jackson, "Oh, la sangre en su pelo"). "Earth
Song" ofrece un lamento épico en nombre del planeta y sus habitantes más
vulnerables (representados por los gritos apasionados del coro: "What about
us!" ("¡Qué hay de nosotros!"). A través de estas canciones (así como a
través de su vida y su personalidad), Jackson se convirtió en una especie de
representante mundial de los "Otros".
Los medios de comunicación, sin embargo, nunca tuvieron mucha
consideración por la condición de diferente de Jackson, así como también
tenían poco respeto por los "otros" de los que Jackson hablaba en sus
canciones. Por el contrario, encontraron una narrativa que era simple y
rentable: Jackson como un excéntrico "freak". Y se quedaron atascados con
eso durante casi tres décadas, subiendo gradualmente las apuestas.
Tal vez la respuesta más convincente de Jackson a la percepción pública
que tenían de él se presenta en su trío de canciones góticas: "Ghosts", "Is
it Scary", y "Threatened". Es aquí donde Jackson sostiene un espejo frente a
la sociedad que lo desprecia y le pide que mire su propio reflejo grotesco.
"¿Te asusta esto?”, pregunta. Las canciones -y sus representaciones visuales
de acompañamiento- no sólo son profundamente auto-conscientes sino que
demuestran una comprensión perspicaz de las fuerzas tóxicas que lo rodean y
persiguen.
En el cortometraje, "Ghosts" , el alcalde de Normal Valley (una figura de
autoridad conservadora inspirada -en parte- por el fiscal del distrito de
Santa Bárbara, Tom Sneddon) se burla del carácter de Jackson: "Chico raro,
Fenómeno de circo, bicho raro" Curiosamente, es el propio Jackson
(disfrazado como el alcalde) quien dice estas palabras, y uno puede sentir
la forma en que se han internalizado. Son calumnias destinadas a marcar,
marginar y humillar ( en última instancia, ese fue el propósito de la caza
de brujas de 1993 y 2005). Para el alcalde, la presencia de Jackson en la
comunidad es intolerable. No es que Jackson haya hecho ningún daño, es
simplemente que es diferente y esa diferencia es una amenaza.
En este tipo de expresiones artísticas, Jackson reconoce claramente lo
que se está haciendo con él. Está siendo definido por fuerzas externas. Él
es un fantasma que se han construido en sus propias mentes. Como canta en "Is
It Scary": "Si quieres ver/ Rarezas excéntricas/ Seré grotesco ante tus
ojos." Él será grotesco, en otras palabras, porque eso es lo que el público
"quiere ver". Es la forma en que han sido condicionados para ver. Más tarde,
en la canción, él se anticipa a las reacciones de su audiencia preguntando:
"¿Te estoy entreteniendo? ¿O sólo confundiéndote? ¿Soy la bestia que te
imaginabas?". ¿Se ha convertido en algo menos que un ser humano?. ¿Por qué
es esto? ¿Es su apariencia física? ¿Su identidad ambigua? ¿Su vida poco
común? No hay duda de Michael Jackson fue diferente. La pregunta es por qué
esta diferencia incitaba a ese menosprecio y abuso tan fervientes.
Sin embargo, una de las cualidades notables de la vida y el trabajo de
Jackson es que se niega a poner en peligro su "diferencia". Él nunca se
convierte en "normal", digamos, en el modo representado por el alcalde de
Valle Normal. El no cumple con las expectativas. Más bien es fiel a sí mismo
y hace alarde de su singular y polifacética identidad, para frustración de
aquellos a quienes les gustaría que encajara en moldes más predecibles. Sus
diferencias, como señala Susan Fast, eran: "impenetrables, incontenibles, y
crearon una enorme ansiedad. Por favor, Michael, sé negro o blanco, gay o
heterosexual, padre o madre, el padre de los niños, no un niño tú mismo, por
lo menos sabremos cómo dirigir nuestra liberal (in)tolerancia. Y trata de no
confundir todos los códigos al mismo tiempo”.
Incluso más de dos años después de su trágica muerte, al parecer, muchas
personas no saben qué hacer con Michael Jackson. Es reducido, por tanto, a
etiquetas fáciles como "drogadicto". Una imagen de su cuerpo sin vida está
cruelmente pegada en los sitios de noticias. Es un comportamiento cruel y
abusivo haciéndose pasar por "normal". Tal vez por eso Jackson eligió el
medio "Gótico" para defenderse. Era una manera de darle la vuelta a la
situación, para representar simbólicamente al mundo del modo en que a menudo
lo sentían a él: monstruoso y grotesco. Sus "historias de horror"
ciertamente no estaban destinadas sólo a entretener.
"Los freaks (raros) son llamados freaks", observó el escritor James
Baldwin, "y son tratados como son tratados -en su mayor parte
abominablemente- porque son seres humanos que provocan un eco -muy
profundamente- de nuestros terrores y deseos más profundos. " En el caso de
Jackson esos "terrores y deseos" fueron múltiples, incluidos la raza, la
sexualidad, el dinero y el poder. Sin embargo, en tanto Jackson se convirtió
en el imán simbólico sobre el que muchas de estas inquietudes culturales se
proyectaron, también fue una persona real tratando de vivir su vida. Hacia
el final de "Is It Scary", explica, "No soy sólo lo que buscas en mí", antes
de revelar al oyente compasivo: "Pero si han venido a ver / La verdad y la
pureza / están aquí dentro de un corazón solitario / Así que: ¡Que empiece
el espectáculo! ".
Irónicamente, es en la "interpretación" de su obra donde encontramos "la
verdad y la pureza". Aquí es donde exorciza sus demonios, donde su angustia
se transfunde en energía creativa. Aquí es donde caen los muros y se
desprende de la máscara. Para el mundo exterior, él puede ser un
espectáculo, una caricatura, un monstruo. Pero aquí dentro de su música,
finalmente, desnuda su alma. Él es un ser humano.
La pregunta es: ¿Qué vemos nosotros?
Voces: Proyecto de Educación como parte del plan de estudios:
"Palabras y Violencia"
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