INTRODUCCIÓN:
El fenómeno "disco" fue la
gran sensación de los 70. Lo fue todo y más; pero sinceramente,
tras una década de podiums, bolas de discoteca y brazos
estirados en diagonal apuntando al cielo, aquello no podía dar
más de sí. Por lo que la entrada en 80 se vio perdida, sin
rumbo. La industria se movía torpe y lenta
entre las ruinas del punk y los exclusivos y selectos altares
del tecno. Nada terminaban de enganchar. Lo uno por viejo, y
demasiado trillado ya; lo otro por insólito, un producto
demasiado chic.
Thriller no empezó convenciendo al propio Michael, pero tras
varios arreglos, ajustes y decisiones acertadas, el álbum se
resumió en nueve temas que se apoyaban en cuatro grandes patas:
Beat It era el tema rock, Humane Nature una balada sublime,
Wanna Be Startin’ Somethin’ el tema bailable de r&b, y por
último: Thriller, un tema que iría acompañado de un gracioso
video. Ok, el plan parecía encajar.
Y llegó noviembre de 1982, la fecha del lanzamiento. Junto a
Paul McCartney, el primer single: The Girl Is Mine. Después vino
Beat It, con un fantástico solo de guitarra de Eddie Van Halen.
Y bueno, bien; pero desde luego aquello distaba años luz de ser
un nuevo bombazo. 1983 entró en los calendarios y con él Billie
Jean. La cosa empezó a tomar otro color. Una espectacular intro
con un bajo prodigioso, unos toques de sintetizador y los
deslices vocales de Michael. A la canción no se le podía pedir
más. Y tanto color alcanzó que terminó madurando, y cayó por su
propio peso.
Y John Landis recibió un buen día la llamada de Jackson. El
director de Blues Brothers (1980) y El príncipe de Zamunda
(1988) aceptó la oferta de Michael Jackson, quien se había
encandilado de su película An American Werewolf in London (1981)
y quería repetir cometido para el vídeo de Thriller. ¿Qué se
podría decir hoy de Thriller que no haya sido dicho ya mil
millones de veces antes?. Una chica, una sala de cine y una película
de terror. Michael Jackson convertido en un bailarín zombie,
seguido por una manada de terroríficos monstruos perfectamente
coreografiados.
900.000 dólares era la suma total del video, contando las
partidas para el rodaje, los efectos especiales en posproducción
y los diez días de ensayos previos. Esto sí que fue el antes y
el después, porque si Off The Wall consiguió vender 20 millones
de copias, Thriller rebasó los 100.
Día y noche, de lunes a domingo, MTV pasaba los vídeos de
Michael Jackson, con lo que la gente enloquecía frente a las
pantallas. 27 semanas en el número 1 (¡ahí es nada!). También la
cadena sacaba rédito de aquella propaganda, pues era la “casa
amiga” de Michael con tan solo un año de vida. El "Rey" estaba
de su lado, y así, unos y otros salían beneficiados.
Es considerado por votación en la MTV como "El Mejor Video de
Todos los Tiempos". Esta joya de más de 14 minutos a dividido la
historia de los video clips en un antes y un después. Los
directivos de su discográfica pensaron en 1983 que luego de los
videos de "Billie Jean"" y "Beat It" el álbum "Trhiller" había
dado todo el potencial que podía. Sin embargo estaban muy
equivocados. Michael Jackson tenía su gran jugada por
descubrir. Nadie pudo imaginar lo que aquel cortometraje iba a
provocar cuando se diera a conocer, ni los más optimistas
podrían haberlo presagiado.
El éxito no se vio reflejado únicamente en las ventas o en todo
lo que generó este trabajo, Thriller fue declarado como
Patrimonio Histórico por el Congreso de los Estados Unidos, fue
el 30 de diciembre de 2009, convirtiéndose en el primer vídeo
musical que estaba incluido en esa lista como uno de los grandes
tesoros musicales y hoy es parte de la historia de ese país.
Thriller será recordado por millones de personas en todo el
mundo como el video más espectacular jamás montado en la
historia musical del rock/pop moderno, y pasará de generación en
generación y mostrando al mundo a un artista que logro lo
imposible, lo impensado: destruir los prejuicios raciales,
derribar las barreras estéticas y revolucionar el concepto
género musical ligado al factor comercial para siempre.

EL DIRECTOR:
El director John Landis fue el elegido ya que su película "Un
Hombre Lobo Americano Suelto en Londres" cautivó a Michael y era
justo lo que andaba buscando. Al presentar el proyecto a la
compañía discográfica, el principal problema radicó en los U$S
900.000 que se necesitaban para llevar adelante el video. La
solución llegó cuando se decidió que se filmaría todo el "Detrás
de Escena" que luego se vendería en forma de videohome junto al
cortometraje. Nadie jamás pudo imaginar que se vendieran nada
menos que un millón de copias de "Making Michael Jackson´s
Trhiller" solamente en los Estados Unidos, convirtiéndose así en
el video hogareño más vendido en la historia de ese país, récord
aún no superado.

LA COREOGRAFÍA:
El video fue la primer gran producción en su tipo que necesitó
lo mismo que las grandes películas de Hollywood: docenas de
extras, bailarines, diferentes escenografías y varias horas para
maquillar a Michael Jackson y llevarlo primero a un "zombie" y
luego a un perfecto "hombre lobo", y por último 4 días de
filmación en diferentes set.
Rick Baker fue el encargado de los efectos especiales y tuvo a
su cargo a más de veinte artistas en la materia, maquillando a
más de 20 bailarines y al propio Michael Jackson.
En total los bailarines fueron 18 y otros 4 para las escenas del
"Break Dance", todos a cargo del coreógrafo Michael Peters.
La joven Ola Ray fue la actriz coprotagonista del video junto a
Michael tocándole el papel de novia asustadiza de "grandes ojos"
y buena "garganta" para el espanto.
LOS PRIMEROS PASOS:
Cuando ya se había solucionado el principal escollo de la
financiación, llegaba otra parte dura, la producción del vídeo y
tanto Jackson como Landis ya tenían bien claro lo que querían.
Landis se trajo consigo al equipo con el que filmó Un hombre
lobo..., George Folsey Jr, productor y montador de aquella,
realizó las mismas funciones en Thriller, al igual que Malcolm
Campbell, también montador; el gran Rick Baker volvió a
encargarse de los maquillajes; Elmer Bernstein puso música al
videoclip en las partes en las que suena música instrumental;
Robert Paynter se encargó de las labores de fotografía y Deborah
Nadoolman del vestuario.
También contaron con la inestimable participación de Vincent
Price, quien prestó su voz como narrador. La presencia del actor
británico no hace más que subrayar el tono de homenaje al terror
de la propuesta. Puede oírse su voz cuando los zombis salen de
sus tumbas, además su risa acompaña al plano final del
videoclip.
Además consiguieron llegar a un acuerdo con la Disney para que
el videoclip tuviera una distribución en salas de cine, el
video se proyectó conjuntamente con la película Fantasía,
permitiendo de esta forma entrar en la carrera por los Oscars en
la categoría de mejor cortometraje, aunque al final no consiguió
la nominación.
CURIOSIDADES:
En la película que Michael y Ola Ray están viendo en el cine
alguien dice la frase "Nos vemos el próximo miércoles", esta
frase aparece en muchas de las películas dirigidas por John
Landis.
El cine visto al comienzo del videoclip es el mismo que Landis
utilizó para su película Made in USA (The Kentucky fried movie,
1977).
El póster de la película El monstruo de las bananas (Schlock,
1973) dirigida por John Landis, puede verse expuesto fuera del
cine del que salen Michael y Ola Ray. También puede verse los
posters de Los crímenes del museo de cera (House of wax, 1953) y
The mad magician (1954), ambas protagonizadas
por Vincent Price.
Tal y como aclara Rick Baker en el making of del videoclip, el
monstruo en el que se convierte Michael Jackson al principio del
video es un "werecat" (hombre gato) y no en un hombre lobo como
se cree habitualmente.
El rugido que hace Michael Jackson durante su transformación en
animal es el mismo que puede oírse en Un hombre lobo americano
en Londres (1981) durante la transformación en lobo del
protagonista.
Cuando Michael canta con el coro de zombis, él aparece sin
maquillaje, según explicaba el cantante en el making of, la
máscara era incómoda de llevar.
Rick Baker realiza un cameo como el zombie que sale de una
cripta en el cementerio. Otros artistas encargados de los
maquillajes también realizaron cameos en el videoclip, como el
no menos conocido Greg Cannom.
El videoclip termina con la inscripción "Cualquier semejanza con
hechos reales o con personas vivas, muertas (o muertos
vivientes) es pura coincidencia". Landis ya había usado el mismo
gag en Un hombre lobo americano en Londres.
LOCALIZACIONES:
La mayor parte de las escenas del baile de los zombies no se
realizaron en estudio sino en escenarios naturales. Estas fueron
filmadas en la Unión Pacific Avenue en el distrito hispano de la
ciudad de Los Angeles y conociendo la noticia de que Michael
Jackson en persona filmaría en el lugar, gran cantidad de
vecinos hicieron guardia por largo tiempo y a altas horas de la
noche, para ser protagonistas de estas tomas.
Thriller fue filmado en Downtown Los Angeles, popular barrio que
concentra mayoritariamente a una gran población origen latino
americano. Concretamente a lo que se podía pensar, las escenas
de Michael Jackson y Ola Ray, de regreso del cine, están
filmadas en plena calle, así como el baile con los zombies.
El cine Palace ubicado en 630 S. Broadway, Downtown Los Angeles
aún existente al día de hoy, nos remonta directamente al vídeo.
Fue Construida en 1911 por el arquitecto Albert Landsburgh,
originalmente con el nombre "The Orpheum" pero en 1926 se
levantó en esa misma calle otro orfeón de mayor tamaño, pasando
este a re-bautizarse como "THE PALACE". Si bien con el paso de
los años acabo circunscribiéndose a un cine normal y corriente,
fue cerrado a mediados de los ’90 y aun se conserva los letreros
exhibidos en el video, 30 años atrás.
Los últimos minutos del vídeo clip donde tiene lugar las escenas
de baile fueron rodadas en una calle de Los Angeles llamada
Union Pacific Avenue entre 3700, esquina entre Los Palos Street
y Calada Street. La famosa esquina no ha sufrido demasiadas
variaciones a hoy día.
Por su parte, la mansión del vídeo esta ubicada en 1345 Carroll
Avenue, Los Angeles, Construida en 1887, esta ubicada en una
barrio ciertamente acomodada de los Ángeles, en medio de una
colina repleta de mansiones victorianas. La Mansión es
fácilmente reconocible por su inmenso árbol a su costado, es
conocida como la "Sanders House".


EL VESTUARIO:
Deborah Nadoolman, esposa de
Landis, quien ya era célebre en Hollywood por haber elegido un
sombrero de ala curva y una cazadora de cuero para Harrison Ford
en la película "Indiana Jones, en busca del arca perdida" fue la
encargada de vestuario y diseñadora de la mítica "campera" o
"chamarra" roja que utilizó Michael Jackson.
Nadoolman, quien además de diseñadora es una connotada autora,
guarda buenos recuerdos de Thriller: "En retrospectiva, estoy
asombrada de que Michael me diera tanta libertad en el diseño de
vestuario. Él ya tenía una fuerte imagen establecida -no tan
extrema como las chaquetas militares con galones y hombreras que
adoptaría más adelante-, pero el guante plateado, las cadenas,
las hebillas y los cinturones ya eran parte de su estilo".
Jackson también había hecho suyos los calcetines blancos y
mocasines negros, en un homenaje a Fred Astaire, quien a lo
largo de su carrera siempre bailó con este tipo de zapatos.
Hábilmente, ese destello blanco en sus tobillos atraía la
atención a sus mágicos pies y a esa manera de bailar que sigue
causando furor. "Con Michael como actor principal, realicé mi
trabajo como si se tratara de un personaje dentro de una
película. Él ansiaba convertir Thriller en el cortometraje más
importante de Hollywood", dice Nadoolman. Y lo logró.
La tarea de Nadoolman era proyectar un Michael Jackson más
viril. "Mi meta era realzar su físico y su masculinidad, por lo
que diseñé una chaqueta de piel roja con forma en ‘V' y
hombreras anchas, acolchadas y recargadas, muy al estilo de los
años 80. Era una prenda gráfica y estructural, y yo quería una
silueta potente pero sin complicaciones", indica la diseñadora.
"Sabía que debía vestir a Michael con un color que impactara"
-confiesa Nadoolman-, "por lo cual usar el negro estaba
descartado y el blanco no habría funcionado; me gusta pensar que
todo diseño es reductivo; así, por un proceso de eliminación, el
rojo se convirtió en la mejor opción. Resaltaría cuando Michael
se sentara en la sala de cine, destacaría en el oscuro callejón
y también en el baile fantasmagórico. El rojo simboliza la
sangre y la vida. Sabía que el rojo funcionaría como un punto en
la historia y también como catalizador visual. ¡Era el rojo".
"Michael era una de las personas naturalmente más elegantes que
han pasado por este planeta. Su gracia en los movimientos, su
estrecho contorno vertical y su gusto por lo extraordinario hace
de él un icono de estilo", asegura Nadoolman.

EL MAQUILLAJE:
El genio del maquillaje Rick Baker cuenta su historia con
Michael Jackson y dice "me preocupaba el tema de maquillar a una
estrella del pop. Pensé, Esto va a ser difícil y me va a costar
trabajar con él en esto, pero estaba completamente equivocado.
A Michael le encantó, pese a que fue muy caótico y a todo el
trabajo que tuve que hacer en tan poco tiempo. Tuve que trabajar
con artistas de maquillaje que no conocía y no sabía si serían
capaces de caracterizar bien a los bailarines. Esa misma noche
también tenía que maquillar a Michael, así que no paraba de
correr de una caravana a otra, sin parar de decir "No, no,
no..."
Jackson siempre fue un amante del cine de terror y en esos años
quedó tan impactado con el maquillaje de efectos especiales de
la película “Un Hombre Lobo americano en Londres”, mezcla de
cine comedia con terror. Era la primera película que se basara
tan íntegramente en maquillaje de prótesis y efectos especiales
y fue el propio Jackson quien contrató a su director, John
Landis, y este trajo en su equipo a Rick Baker, un genio del
maquillaje y las prótesis.
La mayor de las fascinaciones de Jackson eran las prótesis de
maquillaje de silicona que se implantaron en su rostro, hay
declaraciones del departamento de Producción de Maquillaje que
señalaban que el cantante pasaba horas observando no sólo el
desarrollo de su maquillaje, sino también, cómo se medían los
moldes para cada bailarín, se confeccionaban pelucas y se
pegaban en cada personaje.
Hay que recordar que para aquella época no se trabajaba con
productos de tanta precisión así que el mérito de la producción
incluía el minimalismo del trabajo, pintado a mano y pegado con
pinceles de pequeño diámetro. Olviden el maquillaje al agua, los
pigmentos activados con alcohol y, mucho menos, el aerosol. Los
lentes de contacto, en nuestra época , son vistos a diario, pero
en el vídeo ver los ojos amarillos contrastantes era todo un
efecto digno de impacto.



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