ARTE DE TAPA
Dirección de Arte de Tapa: Lane/ Nancy Donald
Fotografía de portada: Dick Zimmerman
Diseño de Letras: Mac James
Diseño de estilo: Valadé / Design Pool
Dick Zimmerman en el año 1982 fue el encargado de fotografiar a Michael Jackson para la tapa de su álbum “Thriller”, justo en el momento en que el astro adquiría el status de “megaestrella mundial de la música”. Además de este trabajo Dick fotografió a Michael en la tapa del álbum de “ET, El Extraterrestre”, película del director Steven Spielberg y fue el fotógrafo que inmortalizó a Jackson junto a Lisa Marie Presley, su primer esposa.
Dick Zimmerman es un profesional muy creativo y tiene en su haber más de mil tapas de revistas entres las cuales figuran Vogue, People, Us, Entertainment Weekly, entre otras y entre sus clientes figuran Jane Fonda, John Travolta, Pamela Anderson, Priscilla Presley, Diane Lane, Janet Jackson, etc.
LA HISTORIA:
Cuenta el fotógrafo Dick Zimmerman para el proyecto de la fotografía de la tapa de “Thriller” estaba él y otro profesional del cual nunca se divulgó su identidad.
Fue el propio Michael Jackson quien habló con los dos fotógrafos en un estudio de Hollywood, para decidirse luego por uno. Buscaba a alguien creativo pero importantísimo para él que lo tratara con delicadeza y consideración.
La primera impresión al ver a Michael fue que era más alto de lo que esperaba. Su saludo al estrecharse las manos fue apenas un apretón muy suave. La charla entre ambos duró exactamente 20 minutos y giró alrededor de las ideas sobre la tapa del nuevo disco.
El fotógrafo recibió tres días después una llamada de la compañía discográfica (por ese entonces “CBS”) donde le comunicaban que Michael Jackson quería ir a su estudio a ver algunos de sus trabajos.
Mi entrada al estudio tiene un timbre fuerte, pero hubo un golpe muy suave en la puerta. En lugar de tener a mi secretaria abriendo la puerta, quería responder yo mismo.
Michael quería saber que era real y accesible y también quería evitar cualquier cosa potencial que pudiera crearle una incomodidad.
Evidentemente, pasé la prueba ya que recibí la confirmación, dos días después de la CBS que Michael me había elegido a mí para hacer los honores, y la sesión fotográfica del álbum estaba programada para realizarse en dos semanas.
Mis honorarios de CBS fueron U$S 4.000 (que estaba muy bien, por una cubierta de álbum).
Durante las próximas dos semanas me reuní con los jefes creativos de la CBS, Nancy Donald y Freddie DeMann, representante de Michael en ese momento. El objetivo era crear una dirección visual para el álbum en la que todos estuvieran de acuerdo. Presenté varias ideas que quería para ejecutar con las que todos estuvieron de acuerdo.
LA SESION FOTOGRAFICA
Zimmermán utilizó para la sesión una cámara Hasselblad 6×6 y fue en por supuesto rollo de celuloide, no en digital, ya que en esa época no existía el formato.
La sesión duró todo el día, desde las 10 de la mañana hasta las 19 horas.
Recuerda el fotógrafo: “En la reunión con la disquera habíamos hablamos sobre el concepto con la directora de arte de Sony y recuerdo que ellos estaban muy empeñados en cómo querían hacer las cosas, tenían un concepto ya pensado y era muy concreto, pero debo admitir que les ignoré por completo porque cuando Michael llegó a mi estudio el día de la sesión de fotos, ambos decidimos pasar por alto todo y simplemente pasárnoslo bien, jugar por el plató y mientras ir sacando fotos de todo. Y es lo que hicimos.
Contraté a una de las mejores estilistas de tiendas de moda en Los Angeles para tener una gran variedad de vestuario, y comenzamos el arduo proceso de selección de ropa para la portada y otra imágenes del interior del disco.
Después de una hora de probar vestuario, Michael no pudo encontrar nada en lo que estuviera cómodo. Empecé a sentir pánico. Sus ojos se iluminaron cuando vio el traje blanco que yo llevaba puesto. Él dijo: “Este es el look que me gusta, ¿Tenemos algo así?”. Le indiqué que teníamos la misma altura y complexión y si le gustaría usar el mío. Eso era exactamente lo que quería. Afortunadamente para el período de sesiones y el tiempo necesario, el traje le ajustó como si hubiera sido hecho para él.
Habíamos decidido antes de la sesión que Michael tendría un cachorro de tigre en la fotografía, así que teníamos una selección para que él escogiera. Se enamoró de un cachorro de seis semanas de edad, pero yo era muy escrupuloso con permitirle llegar cerca de su rostro debido a un posible arañazo. A lo largo de la sesión tenía que lograr que Michael olvidara el posible arañazo y centrar su atención en mí y en mi dirección.
Durante las pausas de Michael se paraba frente a un espejo de cuerpo entero y practicaba giros. Tuve el privilegio de obtener una vista previa personal de esos legendarios que son ahora tan familiares para todos nosotros. El cobraba vida frente a ese espejo. Fue fascinante, porque tuvo una forma tímida y moderada en toda la sesión de fotos, pero delante de este espejo, bailando, fue eléctrico y fue la primera vez que me di cuenta de que estaba presenciando algo muy especial.
Para el almuerzo, ordenó una comida especial traída de un restaurante vegetariano en la tercera avenida, que era su favorito en la ciudad.”
LA PORTADA DEL ALBUM:
Dick Zimmerman acordó que apenas revelara las fotografías las llevaría al estudio de grabación donde se encontraba trabajando Jackson.
Luego de cuatro días llevó las fotos en forma de transparencias para ser mejor apreciadas. Lo interesante es que llevó su “mesa blanca”. Una mesa blanca es una mesa que se ilumina y sirve para ver transparencias (diapositivas) sobre ella.
Michael con muy buen humor comenzó a observarlas, en total eran 35 fotografías, todas para él estaban muy buenas y por ello pidió el apoyo de su productor Quincy Jones. Este tomó las transparencias y sin ninguna vacilación señalo inmediatamente uno y dijo “Esta es la portada”.
Zimmerman nunca había visto a una persona decidirse tan rápido, y era una muy buena opción, ya que eligió una fotografía que se ha estampado hasta la actualidad 100 millones de veces consecutivas en distintos formatos y en el disco más vendido en la historia de la música.
TIPOGRAFÍA:
Luego fue el turno de Mac James, encargado de componer las letras que acompañarían la portada. Para ello eligió una letra cursiva para el texto “Michael Jackson Thriller”. Las dos primeras palabras comienzan con un tono rosáceo para ir convirtiéndose en un suave ocre hasta “Mich” y “Jac”, luego a la mitad de ambas palabras cambia a un blanco para en sus últimas letras volver a un ocre y luego rosáceo.
“Thriller” aparece con un tamaño menor al del nombre del artista y mucho más estilizado. En su comienzo predomina un ocre suave, luego blanco, para al final volver al color original. Una especie de lámpara no definida, otorga una luz blanca al texto lo que provoca que el blanco predomine en su contorno y en la parte central de la leyenda.
EL TRAJE:
El traje blanco del fotógrafo Dick Zimmerman, lo había comprado en Los Ángeles. Ni siquiera era un traje nuevo.
Cuando el álbum se volvió icónico fue cuando dejó de ponérselo.
Unos años después recibió la llamada de Sotherby´s , la casa de subastas preguntándole si quería subastar el traje.
Se terminó vendiendo en U$S 27.000.
EL CODIGO DE BARRAS:
Los seguidores de ese momento, pensaron que el código de barras del álbum, era el número de teléfono de Michael Jackson, y cuando este rumor se extendió por todas partes, una peluquería en Bellevue, Washington, recibió hasta 50 llamadas telefónicas por día preguntando por Jackson.