Bad 25

Reseña: Michael Jackson, «BAD 25» – 18/09/2012 – Joe Marchese – theseconddisc.com

Era inevitable que, en 2012, Bad fuera revisitado en una edición de aniversario, lo que le permitiría mantenerse por sí solo, fuera de la sombra de Thriller.

Bad, marcó el ascenso de Jackson a un control creativo casi completo y estuvo repleto de éxitos de pared a pared y ha vendido más de 30 millones de copias hasta la fecha. Obtuvo cinco números uno del Billboard Hot 100, el primer álbum en hacerlo.

BAD 25 amplía generosamente la historia de este álbum histórico mirando al pasado (demos inéditas, imágenes en vivo en DVD, el primer documento de audio oficial de un concierto de Jackson en CD) y al presente (remezclas de temas de Bad de los hip-hop actuales).

Jackson abordó principalmente temas familiares en Bad , ya sea en sus propias canciones o en las dos proporcionadas por otros. La mayoría de las veces, el álbum trata asuntos del corazón: la expresión del amor en «Liberian Girl» y «I Just Can’t Stop Loving You», la lujuria en «The Way You Make Me Feel», la ira dirigida a mujeres engañosas en «Dirty Diana». Pero abrazó un mensaje de esperanza, unidad y empatía en «Another Part of Me» y en «The Man in the Mirror». Incluso ofreció una historia tentadoramente más oscura en la atrevida y peligrosa «Smooth Criminal», con sus gritos febriles de «Annie, ¿estás bien?». Todas sus composiciones muestran una habilidad para la simplicidad y la franqueza, a menudo dos de las cualidades más difíciles de alcanzar.

Su habilidad para encontrar las palabras adecuadas para expresar sentimientos universales fue acompañada por su creciente habilidad como compositor, productor y arreglista. Con la mano segura y la experiencia de Quincy Jones, amplió su paleta sonora en Bad. El nivel de energía no decae, con una producción brillante, ritmos deslumbrantes, armonías impecables y abundancia de ganchos.

Las canciones más fuertes de Bad apenas han envejecido. «I Just Can’t Stop Loving You», un inmaculado y contagioso retroceso de la perfección del pop-soul, está magnífica y sutilmente arreglado, con la suave voz a dúo de Siedah Garrett mezclándose maravillosamente con la del propio Jackson. El elegante e insistente «Smooth Criminal» y «Dirty Diana» muestran a Jackson moviéndose con la misma facilidad hacia el territorio del rock mientras dominaba el R&B con el exuberante «The Way You Make Me Feel». Y la generosidad de espíritu de Jackson todavía es evidente en «The Man in the Mirror» y «Another Part of Me», llenas de gospel.

En el disco 1 del álbum Bad «original», presenta la versión modificada supervisada por Jackson después del lanzamiento inicial del álbum. Hay variaciones en «Bad», «The Way You Make Me Feel», «I Just Can’t Stop Loving You», «Dirty Diana» y «Smooth Criminal» que van desde la menor (voz realzada y una improvisación terminando en el remezclado «The Way…») hasta el relativamente mayor (la introducción hablada cortada de «I Just Can’t Stop…», los vientos omitidos en todos los estribillos excepto dos de «Bad»).

Las joyas de la corona de BAD 25 se pueden encontrar en el segundo disco, que se incluye tanto en la caja como en la edición estándar de 2 CD. Estas son las seis grabaciones inéditas de Jackson, ninguna de las cuales ha sido alterada con respecto a su producción original. Tres demos más aparecieron por primera vez en la reedición de Bad de 2001, y afortunadamente se han transferido a BAD 25.

Una ventana al proceso de Jackson se revela en «Al Capone», una versión embrionaria de «Smooth Criminal». Jackson era lo suficientemente artesano como para reconocer qué partes individuales de una canción podrían funcionar y cuáles podrían transformarse o mejorarse, por lo que el resultado «Smooth Criminal» es una canción muy diferente a «Al Capone».

El componente final del BAD 25 es un conjunto de CD/DVD dedicado a la actuación de Jackson el 16 de julio de 1988 en el estadio Wembley de Londres. La parte del DVD también se lanzó como una oferta independiente. El concierto, realizado frente al Príncipe Carlos, la Princesa Diana y más de 72.000 fanáticos, fue una de las siete noches con entradas agotadas que Jackson pasó en el lugar, y la electricidad allí es palpable. La calidad de la imagen es claramente la de una videocasete, pero eso no resta valor a un rendimiento sorprendente, y el trabajo de la cámara es generalmente sólido con ángulos bien elegidos.

La música de Michael continuará empaquetándose y reeditándose a medida que las generaciones futuras descubran por qué el hombre dejó tal huella. Puede que BAD 25 no sea un relato completo de la música relacionada con Bad , pero es una celebración bien diseñada y seleccionada inteligentemente del álbum y las actuaciones y grabaciones que lo rodearon.